Una de las últimas grandes escenas musicales que dejó el rock, es la que surgió en Nueva York a inicios de los 2000. Esa misma que tiene más de 20 años de haber tomado a la industria por sorpresa, y en la que sus exponentes pasaron de ser la nueva ola a convertirse en iconos… Por eso, el documental Meet Me in the Bathroom resultará un nostálgico paseo por esos tiempos dosmileros.
Este metraje, inspirado en el libro del mismo nombre de Lizzy Goodman, es un trabajo de Will Lovelace y Dylan Southern, a quienes varios recordarán por haber dirigido el docu No Distance Left to Run (2010) sobre Blur.

Lo mejor: Meet Me in the Bathroom (o Encuéntrame en el baño como se le conocerá en México) forma parte de la programación de Ambulante Gira de Documentales 2023. Si quieren el documental, habrá funciones en la CDMX el 31 de agosto en el Cinépolis Diana y el 3 de septiembre en la Casa del Lago UNAM. Aquí encuentra el programa de mano con horarios y todo el dato.
¿Qué pasaba en la industria musical a inicios de los 2000? La escena rock mundial había dejado atrás a dos grandes corrientes como lo fueron el grunge y el britpop. La estafeta de la tendencia la tomaron otros estilos como el pop-punk o el nü-metal, que a pesar de su éxito, también generaban cierta incertidumbre sobre el valor verdadero del rock hacia los nuevos tiempos.
Y en ese momento, Nueva York –que históricamente era una cuna de la música que había visto nacer a bandas legendarias como The Velvet Underground, Blondie o Talking Heads– atravesaba una ‘sequía’ de nuevos ídolos musicales en el cambio de milenio.
Pero pronto, en los lugares más recónditos de la llamada ‘Gran Manzana’, se cocinaba una escena musical lista para marcar el rumbo y el renacer del rock & roll en ese lugar. De ahí viene ese sentido nostálgico del documental Meet Me in the Bathroom.
Seguramente, al escuchar de la escena neoyorquina de inicios de los 2000, lo primero que se le viene a la mente a uno son The Strokes, Yeah Yeah Yeahs e Interpol. Y no los culpamos pues son tres de las bandas más representativas del aquel resurgir musical en Nueva York.
Pero algo muy bueno que hace el documental Meet Me in the Bathroom, es darle su debida importancia a The Moldy Peaches. El proyecto que alguna vez lideraron Adam Green y Kimya Dawson, es el que nos introduce en este recorrido nostálgico a través de los inicios de esas bandas.
Son ellos quienes nos ponen en contexto sobre lo complicado que era conseguir lugares decentes para tocar, lo difícil que era conseguir difusión y la poca atención de los medios para esta camada de bandas independientes que venían con el ánimo a tope.

The Moldy Peaches, a través de su relato al inicio del documental, introducen al espectador en las fiestas que vieron nacer el vínculo –y con ‘vínculo’ nos referimos a diferentes tipos de relaciones interpersonales– entre varios de estos artistas.
Meet Me in the Bathroom (Encuéntrame en el baño) no solo se llama así por la canción que eventualmente lanzaron los liderados por Julian Casablancas. El título de la película se autorreferencia cuando, en una fiesta, The Moldy Peaches nos cuentan cómo conocieron a The Strokes en un baño.
Y justamente, así pasan la estafeta para que la banda que en el 2001 lanzó el maravilloso Is This It, se vuelva la máxima protagonista del documental. Pero ojo, que eso no quiere decir que The Strokes acaparan todo esto…
Uno de los puntos fuertes que Meet Me in the Bathroom toca brevemente pero de manera eficaz, es cuando contextualiza el surgimiento de la escena musical. El contexto social importa, más de lo que uno podría pensar en este caso.
En el documental, se habla un poco sobre la incertidumbre que en todo el mundo –y en especial en Nueva York– se sentía con la llegada del nuevo milenio. Esta idea del colapso tecnológico que vendría con el 2000, mermaba un poco las aspiraciones artísticas de algunos creativos… y en general, de mucha gente que laboraba en diferentes ámbitos.
Una vez que la gente se dio cuenta que el supuesto colapso tecnológico era una patraña, era momento de avanzar, de crear, de empezar a componer y de buscar una oportunidad. Pero no todo sería tan fácil porque tan solo un año después, Nueva York se tendría que enfrentar a una tragedia sin precedentes.

El Atentado contra las Torres Gemelas sucedido el 11 de septiembre del 2001, significó un obstáculo en el ánimo de los neoyorquinos, y por consecuente, de los artistas que estaban buscando darse a conocer. “Nueva York se volvió un lugar claustrofóbico”, se dice en el documental.
Podemos ver en los videos de archivo a un joven Paul Banks de Interpol recorriendo las calles de NY repletas de escombro. También escuchamos a una Karen O de los Yeah Yeah Yeahs hablando del trauma que el atentado significó, y cómo la música pasó de ser una convicción a convertirse también en una terapia.
Con el ambiente aturdido y ensombrecido por el panorama de guerra y conflicto, Meet Me in the Bathroom nos muestra el intento de estas bandas emergentes por buscar lugares para tocar más allá de la zona de Manhattan. O incluso, cómo algunas zonas tipo Brooklyn se encarecieron, relegando a los músicos que aún no podían pagar esos caros alquileres.