¿Qué son y por qué en nuestro país no existen leyes que prohíban su uso? Quizá en los últimos meses han escuchado sobre los deepfakes, principalmente por el caso de un estudiante del Instituto Politécnico Nacional que los utilizó contra sus compañeras, pero tal vez lo que pocos sepan es que hay un vacío legal en México, por lo que no hay una manera de enfrentarlos.
Ya alguna les contábamos que los videos deepfake o los deepfakes son montajes audiovisuales falsos para suplantar la cara y hasta la voz de una persona por los de otra.
Lo más increíble ahora es que este tipo de montajes se pueden hacer a través de la inteligencia artificial o IA, por lo que se tiene la capacidad de suplantar el físico y la voz de cualquier persona.
Y bueno, en un inicio esta nueva tecnología se utilizaba con fines de entretenimiento o diversión, como cuando se montó la cara de Jim Carrey en el cuerpo de Jack Nicholson en escenas de “The Shining”; o cuando se rejuveneció o hasta se revivió a algunos actores en producciones cinematográficas o de televisión, como en algunas series de la franquicia Star Wars.

Pero con el paso del tiempo, los deepfakes comenzaron a usarse como herramienta para crear videos de difamación de las personas; desde pornográficos o hasta donde las víctimas se ven involucradas en acciones que nunca hicieron en verdad.
O como diría Odette Mendoza Becerril, abogada, profesora e investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), entrevistada por Sopitas.com para conocer mejor la situación legal de los deepfakes en México: “Son videos, son imágenes, grabaciones de audio manipuladas mediante inteligencia artificial para representar a personas reales realizando o diciendo cosas que nunca hicieron”.
Aunque los deepfakes se han utilizado para difamar a diferentes personas, hay una constante: las principales afectadas con este tecnología son las mujeres.
Y es que aunque pueden usarse para difundir noticias falsas o propaganda, en muchos casos se ha utilizado la inteligencia artificial para hacer videos deepfake para difamar, acosar y dañar la reputación de las mujeres, principalmente llevando a cabo y difundiendo videos pornográficos falsos.
“Esto es una forma grave de violencia contra las mujeres específicamente, que puede tener efectos devastadores en las víctimas, y como ya lo había mencionado, a su reputación”, comenta Odette.

A todo esto, nos preguntamos si existen leyes en nuestro país para enfrentar los deepfakes, a lo que la abogada explicó que no, que de hecho existe un vacío legal sobre su uso en México.
Y también es un problema a nivel internacional, ya que hasta el momento no hay normas en todos los países para regular esta tecnología y la inteligencia artificial en general.
“Esta tecnología plantea serios problemas en nuestro país y a nivel internacional, especialmente en relación con la violencia de género y existe un vacío legal para abordarla en México”, agrega la investigadora, quien escribió un artículo al respecto en las revistas jurídicas de la UNAM.

Sí, de acuerdo con ella, en nuestro país no existe una ley específica que regule los deepfakes, lo que provoca un vacío legal que dificulta la persecución de los delitos relacionados con ésta y otras tecnologías relacionadas con la inteligencia artificial.
“No hay regulación específica con la inteligencia artificial”, y como dice Odette, al no tener una regulación, se está dañando injustamente la reputación, la imagen de la persona, se está dañando la intimidad, la privacidad de las personas.
Odette Mendoza Becerril dice que lo primero que debe hacer una mujer o cualquier persona víctima de deepfakes es una denuncia, amparándose con la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, con el fundamento de violencia digital.
“La Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia podría aplicarse en casos de deepfakes utilizados para crear pornografía no consensuada, ya que se considera una forma de violencia digital“, apunta la abogada, refiriéndose a la llamada Ley Olimpia.
Pero también indica que está la Ley Federal de Derechos de Autor, que podría aplicarse si se utilizan imágenes o videos protegidos por derechos de autor para crear deepfakes.
“La realidad es que depende del caso, porque no todos los casos se parecen, depende del caso en concreto y si se utilizan otros tipos penales”, dice y agrega que las penas pueden alcanzar de los 3 a los 6 años de prisión, y las multas van de los 500 hasta las mil unidades de medida de actualización.
“Las acciones sancionadas son la difusión de imágenes, videos, audios de contenido sexual sin consentimiento, revelación de información personal sin autorización, acoso, hostigamiento y amenazas a través de medios digitales. Y también es importante tener en cuenta que las penas pueden variar dependiendo, como te decía, del caso en concreto y la gravedad del delito de las circunstancias específicas”, nos explica la abogada de la UAM y añade que la víctima puede ejercer acciones civiles para exigir la reparación del daño.