Después del exitoso vuelo 5 de la nave espacial Starship de SpaceX, la compañía de Elon Musk ya trabaja en su siguiente lanzamiento, la sexta prueba, programada para el lunes 18 de noviembre. En esta nueva misión, se espera superar prácticamente cualquier maniobra realizada hasta ahora.
Según la página oficial de SpaceX, si el quinto vuelo representó “un momento decisivo” para el desarrollo de la nave —donde el cohete Super Heavy regresó con éxito al sitio de lanzamiento y fue atrapado por la torre, mientras que la parte superior demostró su capacidad para realizar una entrada controlada y un amerizaje de alta precisión—, en esta ocasión se busca “ampliar las capacidades de la nave y el propulsor” con miras a la reutilización completa del sistema.
En este nuevo lanzamiento, se han planteado varios objetivos específicos.
El cohete ha recibido actualizaciones para añadir redundancia en los sistemas de propulsión, incrementar su resistencia estructural y reducir los tiempos de mantenimiento.
Al igual que en el quinto vuelo, el aterrizaje del propulsor estará condicionado a varias variables de seguridad. Inicialmente, este seguirá una trayectoria predeterminada hacia el Golfo de México, y solo si las condiciones lo permiten, se intentará capturarlo en el sitio de lanzamiento.
En cuanto a la etapa superior de la Starship, seguirá la misma trayectoria suborbital que en el vuelo anterior, para finalizar con un aterrizaje en el océano Índico. Sin embargo, esta vez se intentará encender uno de los motores Raptor en el espacio para evaluar sus capacidades en un posible encendido de desorbitación antes de iniciar misiones orbitales.
Esta etapa también será sometida a experimentos técnicos, incluyendo pruebas de protección térmica, y a otros cambios diseñados para llevar la nave al límite, obteniendo datos relevantes para futuras pruebas de captura y reutilización.
Con el propósito de evaluar nuevos materiales de protección térmica, SpaceX retirará “secciones enteras” del escudo en puntos estratégicos de la nave, lo que contribuirá al análisis de su desempeño durante las próximas iteraciones.
Además, se modificará intencionalmente el ángulo de ataque en la fase final del descenso, para aumentar deliberadamente el estrés sobre los sistemas de control para recopilar información adicional.
La nueva prueba está programada para el lunes 18 de noviembre, con una ventana de lanzamiento de 30 minutos que abrirá a las 3:00 p.m., hora del centro de México. El aterrizaje de la Starship en el océano Índico ocurrirá durante el día, lo que proporcionará mejores condiciones para la observación visual.
Como en ocasiones anteriores, SpaceX iniciará la transmisión media hora antes del despegue, disponible tanto en su página oficial como en su perfil en X.