Hoy en día, la gente no utiliza la puntuación como debería, especialmente las generaciones más jóvenes. Los smartphones han transformado la manera en la que escribimos, y para muestra están las redes sociales, con mensajes repletos de palabras en mayúsculas, sin signos de puntuación, y oraciones que fluyen sin pausa.
Para Rita El Khoury, del sitio Android Authority, esta tendencia está lejos de ser simple rebeldía juvenil o una muestra de informalidad. Para ella, la raíz está en el diseño de los teléfonos inteligentes, en particular, del iPhone y su teclado sin botones accesibles para el punto o la coma.
De acuerdo con Khoury, la ausencia de esta termina convirtiendo la experiencia de escritura en algo tedioso, sobre todo a la hora de agregar puntos y comas en las oraciones. Para evitar la pesadilla de añadirlos (especialmente si se tiene prisa por enviar un mensaje), la opción es evitarlos, dejando como resultado una cadena de palabras en minúsculas separadas por nada más que espacios.
En Android, los teclados como Gboard han demostrado que es posible tener accesos directos para la puntuación sin comprometer la estética ni la usabilidad. En contraste, la autora menciona que Apple, en su búsqueda por mantener un diseño “limpio”, parece haber ignorado la gramática durante 18 versiones de iOS.
Curiosamente, esta tendencia está alimentada por los jóvenes de la Generación Z. Al menos en Estados Unidos, una buen parte de los adolescente prefiere usar iPhone en lugar de Android. Además, en general la gente se queda con las aplicaciones predeterminadas. Esto hace que el teclado por defecto de iOS se convierte en el estándar, fomentando este estilo de escritura más “relajado”.
De acuerdo con un artículo de El Financiero, los mexicanos destinan hasta una cuarta parte de su día a las redes sociales y solo leen un promedio de 3.2 libros al año, según cifras del Inegi. Esto también afecta nuestra forma de escribir, pues el modelo que más se consume es, precisamente, el más relajado, fruto de la necesidad de ahorrar tiempo al escribir desde nuestros teléfonos.
Smartick, una herramienta educativa en línea, dijo en 2022 al diario El País que leer y escribir continuamente textos con errores de puntuación y faltas de ortografía crea una representación inadecuada de las palabras. Por si fuera poco, esto también fomenta la repetición de estos problemas.