Hace unos días se difundió que AstraZeneca reconoció que su vacuna contra el COVID-19 provoca, en algunos casos, trombosis… sin embargo, el retiro de su “biológico” desarrollado durante la pandemia no tendría relación con este asunto. No, para nada…
Diversos medios reportan que AstraZeneca ha decidido que, a nivel mundial, pasará lo que ya se aplica en toda Europa: su vacuna contra el COVID-19 (conocida con el nombre de Vaxzevria), dejará de comercializarse. Es decir, será retirada del mercado.
De acuerdo con The Guardian, la razón por la que AstraZeneca ha decidido ya no distribuir su vacuna COVID-19 es que, actualmente, hay un “excedente de vacunas actualizadas disponibles” que atienden a las nuevas variantes.
En el comunicado citado por el medio inglés, la farmacéutica aplica el “estoy cansado, jefe”… y señala que, con el desarrollo y comercialización de vacunas que tienen mejor efecto contra las nuevas variantes del COVID-19, pues la suya, la Vaxzevria, ya no tiene tanta demanda. Entonces, AstraZeneca mejor le deja el paso a las nuevas generaciones (ajá).
Desde marzo, AstraZeneca decidió por cuenta propia ya no contar con la autorización de comercialización de la Unión Europea, la cual es necesaria para poder distribuir un medicamento entre todos los países miembros. Y bueno, el permiso que tenía perdió vigencia ayer, 7 de mayo.
“Ahora trabajaremos con los reguladores y nuestros socios para alinearnos en un camino claro a seguir para concluir este capítulo y una contribución significativa a la pandemia de Covid-19”, señala AstraZeneca en el comunicado en el que presume que su Vaxzevria ayudó a que se salvarán más de 6.5 millones de vidas en el primer año de uso.