En 2020 el huracán y tormenta tropical Paulette nos enseñó que a algunos huracanes les podemos decir zombies porque después de tocar tierra y degradarse, agarran fuerza y regresan a impactar en las costas con una mayor magnitud. Y, bueno, justo estamos en este texto para hablar de por qué expertos consideran a John como un huracán zombie.
Sí, el huracán John que, como categoría 3, tocó tierra en las costas de Guerrero, tras intensificarse en horas para después degradarse como tormenta tropical, despertar y volver a convertirse en huracán, tormenta e impactar en las costas de Michoacán.
Y es que, por lo general, cuando un huracán toca tierra suele degradarse mientras avanza hacia otra zona. Pero eso no pasó con John ni con Paulette en 2020 y es por eso que les han apodado huracanes zombies.
Se trata de un término utilizado a raíz del huracán Paulette —pero que en realidad no es un fenómeno nuevo, aunque eso sí, es poco común.
Este término alude a los sistemas o ciclones que se disipan, peeeeero que vuelven a agarrar fuerza con una categoría más alta.
Y recién recordamos este término de huracanes o tormentas zombies por la entrevista que el meteorólogo Jesse Ferrell, de AccuWeather, le dio a Reuters apenas el 26 de septiembre, tres días después de que John tocara tierra en Guerrero.
Ahí, Jesse Ferrel se refirió a John como un huracán zombie precisamente porque —durante su trayectoria— su magnitud fue aumentando y disminuyendo e impactó un par de veces en las costas mexicanas, cuando lo usual es que los ciclones se degraden y en ese momento terminen con su historia.
En 2020, el huracán Paulette tocó tierra como categoría 1 en Bermudas en el Atlántico.
Luego Paulette se intensificó a categoría 2, más tarde perdió velocidad y se degradó a tormenta tropical y postropical de baja presión.
No se supo mucho de Paulette en 5 días porque estaba en reposo. Sin embargo, después este fenómeno cobró fuerza. Se convirtió ooootra vez en tormenta hasta acercarse a las costas de islas Azores.
Años atrás, en 2004, el huracán Iván impactó en el Caribe, cobró fuerza y volvió a impactar en otras costas: las de Estados Unidos. Este fenómeno duró casi un mes en su ir y venir.
El 23 de septiembre el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y Conagua (Comisión Nacional del Agua) advirtieron de la trayectoria de John, que como tormenta tropical había aumentado hasta convertirse en huracán categoría 1.
Esa noche John impactó en Marquelia como huracán categoría 3, ocasionando severos daños a la infraestructura de la costa chica guerrerense.
Después, John se degradó a tormenta tropical y parecía que seguiría su camino hacia el norte como remanente —lo que quedaba del ciclón—, aunque los pronósticos meteorológicos ya señalaban que podía cambiar de magnitud.
John volvió a convertirse en una tormenta tropical y luego en un huracán categoría 1, que generó lluvias extraordinarias en Acapulco, Guerrero —zona que recién se está recuperando del impacto del huracán Otis categoría 5 en la madrugada del 25 de octubre de 2023.
Al final, el 27 de septiembre, John tocó tierra como tormenta tropical en Aquila, Michoacán.
Una de las cosas que ha llamado la atención de especialistas, desde hace décadas, es el calentamiento de los océanos provocada por distintos factores como el cambio climático, que es uno de los más preocupates.
Vale saber que existe una capa caliente en el océano conocida como la capa mezclada o límite.
En el caso de los ciclones tropicales, si esta capa no es tan profunda, los huracanes o tormentas suelen debilitarse.
Sin embargo, si hay suficiente calor —uno constante— de evaporación en esa zona, los ciclones lo pueden tomar como fuente de energía e intensificarse.
Es decir, al final, el aumento de la temperatura en los océanos es puro combustible para los huracanes.
Esto también está relacionado con el calentamiento de los océanos. Se sabe que las piscinas cálidas son formaciones naturales, zonas de los océanos donde el agua es más cálida, debido a un montón de factores atmosféricos.
En particular, en el Océano Pacífico existe lo que se conoce como la piscina cálida occidental, una zona bien identificada, a diferencia de otras que puedan encontrarse.
Ahí, la temperatura del agua está por encima de los 28ºC. La bronca es que esta zona no está cerca de las costas mexicanas del Pacífico.
Lo que sí es que está expandiéndose porque… la temperatura del agua en los océanos está aumentando y su expansión podría relacionarse con la formación de ciclones más fuertes. O de ciclones zombies.
Con respecto a John —cuyo saldo es de al menos 10 personas fallecidas y alrededor de 5 mil desplazadas, aunque las autoridades aún no definen un saldo oficial—, la alcaldesa de Acapulco Abelina López ha puesto en el centro la urgencia de crear protocolos frente a los efectos del cambio climático.