Llegamos a la recta final de las Elecciones 2024 en México y las cosas se pusieron extrañas. Aunque obviamente estuvimos marcados por la violencia, la grilla y las candidaturas de tres varos; otro factor interesante nos jugó varias movidas inesperadas: la tecnología en forma de IA.
Aunque muchas veces hemos platicado del preocupante potencial de la Inteligencia Artificial en la desinformación, pareciera que en México todavía estamos en pañales… pero eso no quiere decir que no se hizo presente.
Podríamos decir que durante las Elecciones 2024, la IA tuvo un papel discreto en la arena pública, pero su impacto en la guerra sucia y en los mensajes que recibimos tiene la capacidad de cambiar para siempre la política en México —y si no hacemos algo pronto, se puede poner peor.
Antes de que comenzaran las campañas —al menos oficialmente, porque ahora sí los políticos se atascaron durante meses—, un escándalo llegó a las redes sociales de México y es que, de buenas a primeras, salió un audio de Marcelo Ebrard diciendo que quería romper con su partido.
En esos momentos, Ebrard era uno de los precandidatos a la Presidencia.
En el audio —del que se desconoce su origen—, clonaron la voz de un precandidato con IA para que dijera que apoyaba a otra candidata que no era de su partido político. Aunque especialistas y voceros aseguraron que el audio era creado con Inteligencia Artificial, las dudas quedaron durante semanas.
Otro asunto que se apareció tiro por viaje durante las Elecciones 2024 eran las estafas que utilizaban IA de las candidatas.
Usando la voz de las candidatas —o con algunos otros personajes como Carlos Slim—, algunos manchados lanzaron videos de supuestas oportunidades de inversión con fondos de petróleo relacionados con PEMEX.
Se trataba de un deepfake o cheapfake —lo mismo, pero más barato— que intentaba engañar a fans de políticos ilusos.
Con la promesa de ganar hasta 300 mil pesos mensuales, con unos cuántos pesos de inversión, la estafas se aprovecharon del clima político para quitarle patrimonio e información privada a las personas.
Aprovechando los casos verdaderos de desinformación con IA los políticos encontraron en la Inteligencia Artificial su nuevo chivo expiatorio. Al más puro estilo de “me hackearon” hace unos años, ahora lo usan para desmentir cualquier información que no les conviene —generando todavía más dudas.
Decenas de políticos dijeron que sus audios eran clonados, que sus voces eran con IA y que las fotos comprometedoras no eran de ellos. ¿No le pierden?
Incluso Martí Batres, jefe de Gobierno de la CDMX, señaló que había una grabación suya era modificada con Inteligencia Artificial y en unos minutos se lavó las manos de la polémica. Análisis de especialistas no encontraron señales de alteración por sus patrones naturales de habla, pero los resultados —como sucede en estos casos— no son 100% concluyentes.
Podríamos decir que el papel de la IA en las Elecciones 2024 fue apenas una probadita de lo que podríamos ver en futuros momentos políticos.