Quién sabe en otros países, pero acá, en México, a las autoridades no les gustó nada que hayan usado un monumento histórico para andar promocionando una serie. Y bueno, la cosa no quedará en enojo: el INAH avisa que tomará medidas contra Max por haber utilizado imágenes del Castillo de Chapultepec para la promoción de la nueva temporada de House of the Dragon.
Por medio de un comunicado, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó que su área de asuntos jurídicos verá de qué manera procede en contra de la mencionada plataforma streaming, no sin antes aclarar que las imágenes del Castillo de Chapultepec en las que le cuelgan pendones y banderas de The House of the Dragon son falsas… ahhh. Bueno, es que sí, en redes uno que otro incauto aceptó que ya mero se lanzaba a tomarse la selfie en el histórico lugar.
En fin, para aquellos que se la estaban creyendo, el INAH explica que las imágenes del Castillo de Chapultepec son resultado de un montaje, “puesto que en ningún momento se han colocado banderas, pendones ni ningún otro material publicitario relativo a dicha producción sobre este inmueble”.
Respecto a las medidas legales que parece que tomará el INAH, pues muchos pensarán “ahhhh, como si antes no se hubieran utilizado monumentos… si hasta luego han dejado grabar y toda la cosa”. Y sí, peeeeeero, según se indica en el comunicado, a los de Max se les pasó pedir permiso para utilizar imágenes del Castillo de Chapultepec (y más aún, para intervenirlas) para la promoción de House of the Dragon.
Por lo anterior, “el INAH llevará a cabo las medidas legales conducentes, dado que se trata del uso indebido de la imagen de un monumento histórico”. Según lo que indican algunos medios, a Max se le podría aplicar la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas.
Respecto al asunto, el artículo 51 de la mencionada ley menciona que a quien se apodere de un monumento mueble arqueológico, histórico o artístico sin consentimiento se le impondrá prisión de tres a 10 años y de dos mil a tres mil días multa. Aunque parece que lo que más podría aplicar para el caso del Castillo de Chapultpec y The House of the Dragon sería lo que marca el artículo 52:
“Al que por cualquier medio dañe, altere o destruya un monumento arqueológico, artístico o histórico, se le impondrá prisión de tres a diez años y multa hasta por el valor del daño causado”… bueno, igual también parece demasiado. Quizás el asunto nomás quedará en un jalón de oreja o alguna multa. Ya veremos qué decide la Coordinación Nacional de Asuntos Jurídicos del INAH.