Como si no tuvieran que estar “a las vivas” de lo que hace el contrincante, las campañas de Kamala Harris y Donald Trump tienen que andarse cuidando de un enemigo común: hackers. Los equipos de ambos candidatos a la presidencia de Estados Unidos han acusado el intento de hackeo de cuentas de elementos clave y páginas, lo cual también ha sido confirmado por el FBI.
Esto no es novedad. Apunta The New York Times que es la tercera elección presidencial estadounidense en la que los hackers aparecen. Lo único nuevo es a quién el FBI ve como posible responsable. Ya no es Rusia (allá, dicen, estaban más entretenidos con los Juegos Olímpicos y Ucrania), sino Irán.
“Uno de nuestros muchos sitios web había sido hackeado por el gobierno iraní. ¡Eso nunca está bien!”, acusó Donald Trump el pasado sábado, luego de que Microsoft publicó un informe en el que se señala la detección del acceso ilegal a la cuenta de un “antiguo asesor sénior” de una campaña presidencial. La empresa no dijo cuál campaña, pero la de Trump se puso el saco.
La vulneración de dicha cuenta, agregó la empresa tecnológica, fue responsabilidad de la unidad de inteligencia del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán y, una vez, con el acceso, desde ahí se envió mensajes de correo electrónico falsos (pishing focalizado) a un miembro de alto nivel de la campaña presidencial. Todo con el objetivo de acceder a más cuentas del equipo de campaña y obtener bases de datos… y si la información resultaba “interesante”, entonces difundirla a medios. Al parecer, sí lo fue.
Medios como Politico y el propio New York Times dieron a conocer que les fueron filtrados documentos internos, sólo que, por ahora, no se ha podido determinar si la información tiene querer con el hackeo adjudicado a Irán o, más bien, es una filtración proveniente del propio equipo de campaña de Trump. Parece más lo primero que lo segundo, ya que el portavoz de la campaña del republicano, Steve Cheung, lanzó un llamado a medios para evitar la publicación de documentos filtrados. No amenazó con acciones legales, sólo indicó que, de haber pública la información, harían lo que “los enemigos de Estados Unidos” quieren que hagan.
De acuerdo con The Guardian, el equipo de campaña de Kamala Harris ya fue advertido de intentos de hackeo. Según confirmó la gente de la vicepresidenta de Estados Unidos, las autoridades aseguraron que los intentos de ataque provienen del extranjero y, por el momento, no han tenido éxito en los objetivos demócratas.
“Contamos con sólidas medidas de ciberseguridad y no tenemos conocimiento de ninguna violación de seguridad de nuestros sistemas como resultado de esos esfuerzos”, presumió a NBC el equipo de campaña de Kamala Harris, aunque The Guardian aclara que no se sabe con exactitud si el intento de pishing logró su cometido.