La misión Gaia descubre nuevo agujero negro

Les dejamos las imágenes del nuevo agujero negro de la Vía Láctea

Wow y más wow. Resulta que la misión Gaia de la Agencia Espacial Europea detectó el agujero negro más masivo que se ha descubierto hasta ahora en la Vía Láctea, nuestra galaxia.

Se trata de un agujero negro estelar que es 33 veces más grande que nuestro Sol… solo para dimensionar –si es que se puede.

En diciembre de 2013 la Agencia Espacial Europea lanzó la misión Gaia desde la Guayana Francesa. Se trata de una misión que lleva consigo un telescopio espacial con el objetivo de catalogar mil millones de estrellas de nuestra galaxia.

Mientras el equipo detrás de la misión Gaia estaba revisando las observaciones preparando la próxima publicación de datos notaron algo extraño: un agujero negro gigante bastante cerca de nosotros.

La cosa es que, digamos, este agujero negro inactivo no había sido detectado porque está “dormido” y es parte de un sistema binario con una estrella como vecina.

Lo que el equipo detectó fue a la estrella y los movimientos extraños que tenía en su órbita, lo que sugiere que está atrapada en una danza cósmica con un agujero negro ‘dormido’ muy grande.

Para poder confirmar este descubrimiento, la misión Gaia utilizó datos de telescopios en tierra y revelaron cosas impresionantes de Gaia BH3, como lo bautizaron. 

Tiene una masa de 33 veces la que tiene nuestro Sol, la estrella al centro del Sistema Sola y a la que le estamos dando vuelta desde hace millones de años. 

Hasta ahora dentro de nuestra Vía Láctea el agujero negro más grande detectado era Cygnus X-1 que tiene 21 veces la masa del Sol. Pero tampoco es el agujero negro más grande del Sistema Solar porque ese lugar es de Sagitario A*, el que está en el centro de la galaxia y tiene más o menos 4 millones de veces la masa del Sol.

De acuerdo con los investigadores, se trata de un agujero negro estelar, es decir, que se formó tras el colapso de una estrella masiva.

Además este agujero negro está a solo 2 mil años luz de distancia, en la constelación de Aquila. Esto lo hace el segundo agujero negro más cercano que hayamos visto a la Tierra.

Además, resulta que este gigante y la vieja estrella gigante que lo acompaña están separados por una distancia similar a la que hay entre el Sol y Neptuno, en su punto más ancho. No están tan cerca y eso permite que el agujero no robe materia a la estrella, solo la haga tambalearse en su camino.

Ahora, la estrella que baila por siempre con este agujero es unas 5 veces más grande que nuestro Sol y brilla 15 veces más, aunque, según explica, es más fría y menos densa. 

Está compuesta principalmente por hidrógeno y helio pero sin elementos más pesados, lo que puede indicar que la estrella que murió y formó el agujero negro también era carente de elementos más pesados.