El 19 de diciembre, la presidenta Claudia Sheinbaum y el secretario de Economía Marcelo Ebrard firmaron un decreto (acuerdo o resolución) para aumentar temporalmente 35% el arancel o el impuesto a la importación de las mercancías confeccionadas.
Se trata de 138 fracciones, clasificaciones o tipos de mercancías y el 15% de aranceles a las mercancías textiles o 17 tipos —es decir, los impuestos van para estos tipos de productos originarios de países con los que México no tiene tratados de libre comercio.
Además, el decreto ordena aumentar la lista de los productos que no se pueden importar vía el Programa de la Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicios de Exportación (IMMEX) —porque Ebrard explicó que en las aduanas se encontraron chanchullos que más adelante les contaremos.
Dicho esto, el aumento temporal de estos aranceles aplica para los productos originarios de países con los que México no tiene tratados de libre comercio.
Por ejemplo, China, país que si bien se ha convertido en el segundo socio comercial de México, aún no tiene un acuerdo de libre comercio con el gobierno Federal.
¿Qué hay de los productos importados de Estados Unidos? Se salvan de este aumento de aranceles gracias al TMEC. O los que provienen de Alemania y Honduras por los tratados de libre comercio con el gobierno mexa, de acuerdo con la economista Gabriela Siller.
Según Ebrard, el objetivo es impulsar el desarrollo de la industria mexa, a la par de que haya condiciones justas de mercado o evitar prácticas que afecten al empleo nacional y la competitividad.
E incluso cerrar el contrabando técnico y sí, lo que todo mundo comenta: priorizar el comercio con los mercados internacionales con los que México tiene tratados comerciales.
Todo mediante el control de las importaciones o los productos del extranjero que entran a México por las aduanas.
(Acá viene la sombra de Estados Unidos y Donald Trump que han presionado para que México no esté tan metido con China en cuestiones comerciales).
Según datos oficiales, en México se han perdido 79 mil trabajos porque no se revisa bien bien la entrada de productos importados. ¿Cómo?
Una de las cosas detectadas es que desde acá en México se importan productos textiles conocidos como “intermedios”, todo con la finalidad de completar el proceso de fabricación de un producto.
Por este producto “intermedio” entonces no se cobran los mismos impuestos o no se llegan a cobrar los aranceles porque esa pieza importada es para que se integre a oootro producto que al final se va a exportar.
Peeeeeero, esta figura es utilizada para simular y lo que en realidad pasa es que hay empresas que una vez que importan estas mercancías, las venden en corto en México, sin pagar impuestos o lo que se debería pagar y chance a un menor costo que otros productos hechos en el mero México, lo que termina por ser una competencia desleal, ¿no?
Además, lo que México quiere es poner como prioridad a los productos que provienen de los países con los que tiene tratados de libre comercio.
Si bien el decreto no señala de manera directa a China, todo mundo —especialistas y medios nacionales— están hablando de los productos de este país en contexto de la guerra comercial que Donald Trump ha puesto sobre la mesa.
Y de las presiones que Estados Unidos —con el gobierno de Joe Biden— ha hecho a nuestro país para que no le haga ojitos a China en cuestiones comerciales.
En este contexto de las relaciones comerciales con China, México exporta (vende) menos de lo que importa (compra).
Es decir, desde México se importan (compran) cada vez más productos provenientes de China. Y eso le ha pegado a sectores como el calzado, acero y hasta plástico o material eléctrico mexa.
Por estas razones, en abril de 2024 México impuso 544 aranceles a productos originarios de países con los que no tiene acuerdos de libre comercio.
En resumen, ¿nos van a cobrar más cara la ropa?
Siguiendo la teoría de los aranceles, quienes tienen que pagar estos impuestos son las empresas que importan o compran los productos del extranjero.
Las empresas tienen una gama de recursos o técnicas para que los aranceles no impacten tanto en sus finanzas —sin perder en la inversión— como buscar comprar productos que no tienen aranceles, por ejemplo, o disminuyendo los márgenes de ganancia.
Sin embargo, otro escenario es que el aumento de los aranceles se refleje en los bolsillos de los consumidores, cuando una empresa aumenta el precio del producto importado o la pieza que compró para armar un producto, cosa que no sería una excepción en México.
Ahora bien, en el caso de textiles y mercancías confeccionadas este es un escenario posible. El costo de la ropa importada podría aumentar para los/las clientes.
Por otra parte, en redes hemos visto que muchas personas preguntan si ahora sus productos que compran en empresas chinas bien populares —vía plataformas digitales— van a aumentar y la respuesta de Marcelo Ebrard es que eso es otra cosa.
Es decir, que per se los aranceles no se aplican a las plataformas digitales, sino a las mercancías.
Ebrard recordó que estos aranceles no van dirigidos manera específica a un país, sino a tipos o clasificaciones de productos que pueden ser de distintos países.
Punto aparte, es que en México existe una figura que permite importar productos textiles —vía plataformas digitales— por medio de una franquicia que no paga aranceles cuando el cargo es menor de 50 dólares.
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