Te contamos si tu chamba está a salvo de la IA

Martin Ford nos dice que empleos están seguros para los humanos… por ahora

La Inteligencia Artificial no deja de sorprendernos; cada día nos encontramos con que ya puede hacer algo nuevo y por eso hay suficientes razones para temerle un poco. Sí, ofrece ventajas impresionantes, pero pone en riesgo muchos empleos (y a la gente que los realiza).

Decir que no hay razón para ver con cierto miedo el avance de la Inteligencia Artificial, sería engañarnos. Hay muchos empleos que poco a poco dejarán de ser realizados por humanos como tú o como nosotros, humanos que si no tienen un plan B, se quedarán sin empleo si es que cambian los marcos legales que permitan a empleadores dejar de contratar personas para sus operaciones. Esto sería un cambio brutal en la estructura social que, todavía no sucede pero ojo… podría pasar.

A lo mejor no sucede como en las películas de ciencia ficción, donde terminamos esclavizados por robots, pero las cosas no serán iguales hoy a cómo serán dentro de 5, 10 o 20 años. Un informe de la financiera Goldman Sachs, publicado en 2023, estima que unos 300 millones de puestos de trabajo se perderán solo en Europa y Estados Unidos.

Y caray, en una de esas ni siquiera sucede poco a poco. Algunos otros expertos sienten que puede suceder como en la Revolución industrial, que de un día para otro le den las gracias a decenas o cientos de empleados por la IA.

Pero ojo, el asunto no será parejo. Hay empleos que pueden considerarse “a salvo” al menos por un buen tiempo. Más que una IA haciéndolos, se necesitaría un auténtico androide cuya única diferencia con los humanos sea no tener sangre en las venas.

No hablaremos de actividades donde se requiera talento natural o fama, como cantantes famosos, presentadores de TV, estrellas del deporte y otros ejemplos. Nos enfocaremos en empleos que pueda realizar toda persona de a pie, esos que se verían amenazados porque a los empleadores les dé por implementar la IA en su empresa o negocio para optimizarlo.

De acuerdo con Martin Ford, autor de “Rule of the Robots: How Artificial Intelligence Will Transform Everything” (La Ley de los Robots: Cómo la Inteligencia Artificial lo transformará todo”), hay tres categorías de empleos que están “a salvo” de la IA, al menos en el corto plazo.

No nos referimos a ser un artista plástico o un creador de cortos animados. La IA ya es capaz de hacer cortometrajes, escribir libros, dominar el diseño gráfico y hasta actuar. En esta categoría entran empleos donde se necesite aplicar la creatividad para dar una nueva idea, estrategia o proceso para la realización de una actividad o resolución de un problema.

La IA aprende de todo lo ya creado; sí, puede crear cosas nuevas como una pintura, pero lo hace a partir de miles de pinturas ya creadas. No podría, al menos por ahora, sugerir o inventar una nueva técnica para hacer una pintura.

Por ejemplo un abogado: Necesita idear una estrategia nueva con cada caso para ir un paso adelante de su rival. Y debe hacerlo a partir del caso en cuestión, con sus características particulares. Si el día de mañana te dijeran que una IA puede defenderte en un juicio, ¿la usarías u contratas un abogado que puede reaccionar ante situaciones imprevistas?

Como ejemplo de empleos en esta categoría tenemos los siguientes:

  1. Doctoras y médicos
  2. Científicos y científicas
  3. Abogados y abogadas
  4. Arquitectos y arquitectas
  5. Agentes de ventas, marketing y contratistas

“Creo que ahí seguirá habiendo un lugar para el humano”, dijo Ford, citado por la BBC.

Aunque ya hay muchas cosas automatizadas, ¿apoco no prefieres tratar con un humano ciertas cosas? ¿No te ha pasado en el típico chat de atención de clientes que las respuestas automáticas no brindan una solución apropiada a tus necesidades particulares y pides a gritos una persona real?

Esa clase de empleos entran en la segunda categoría “a salvo” de la Inteligencia Artificial. Empleos que necesiten de una persona especializada y lista para resolver problemas muy específicos de la gente, con una amplia empatía por sus necesidades particulares.

Las y los abogados podrían entrar aquí también, pero como ya los incluimos, acá otros empleos que serían buen ejemplo:

  1. Enfermeras y enfermeros
  2. Periodistas de investigación
  3. Consultores empresariales y legales
  4. Psicólogos y psicólogas
  5. Entrenadores, docentes e instructores personales

“Creo que pasará mucho tiempo antes de que la IA tenga la capacidad de interactuar de forma tal que realmente construya relaciones”.

Similar a las categorías anteriores, pero acá queda de lado el tema de la relación interpersonal y va más allá de la creatividad. Acá lo que se requiere es sumar esa creatividad con destreza para enfrentar entornos impredecibles.

La IA puede aprender de todo, pero tardará un tiempo antes de poder reparar la tubería de una casa, o un corto circuito en otra. Claro, hay máquinas que pueden automatizarse para hacer la misma tarea todos los días, pero trabajos como la plomería requieren experiencia, habilidad, adaptación a un nuevo entorno cada día, y flexibilidad para tratar con un nuevo cliente a diario.

Los ejemplos acá serían los siguientes:

  1. Electricistas
  2. Plomeros
  3. Albañiles
  4. Carpinteros
  5. Mecánicos
  6. Paramédicos, bomberos y personal de emergencias
  7. Personal de limpieza

“Este es el tipo de trabajos en los que te enfrentas a una situación nueva todo el tiempo. Probablemente sean los más difíciles de automatizar. Para automatizar trabajos como estos, necesitarías un robot de ciencia ficción. Necesitarías el C-3PO de Star Wars”, indicó Ford.

Es muy importante mencionar, ya para finalizar, que ningún empleo puede considerarse 100% a salvo de la Inteligencia Artificial. Los ya enlistados tiene algo en común: Requieren innovación, adaptación, empatía y destreza. Pero tarde o temprano podría venirse un automatización parcial de los mismos, o bien, verse modificados ante la ayuda de la IA.

Los consejos de expertos como Ford es reflexionar sobre qué tareas o actividades podrían ser automatizadas con una IA fácilmente y cuáles no. Centrarse en las que no y desarrollarlas. Algo que pueda complementar la labor de la IA para hacer un trabajo junto a ésta y no quedarse sin empleo por culpa de ésta.

Además, claro está, buscar dedicarse a labores donde se enfrenten entornos impredecibles, donde se requiera una persona capacitada para adaptarse a cualquier escenario y capaz de relacionarse con quien requiera cierto trabajo. Un trabajo repetitivo y monótono, es una mala idea.